Bogotá, D. C. 7 de noviembre de 2025.
La comunidad rosarista desea destacar la trayectoria de tres figuras emblemáticas que compartieron con esta casa de estudios un profundo vínculo académico y formativo, reafirmando el compromiso de la institución educativa con la justicia, la verdad y la defensa de la democracia y los Derechos Humanos.
¿Quiénes son los Pilares del Rosario, miembros de la Corte Suprema de Justicia?
Dentro de las víctimas que hacen parte de la historia que deja uno de los episodios más dolorosos y que marcó la historia del país entre el 6 y 7 de noviembre 1985, dejando 94 personas fallecidas y reconocidas a la fecha, la Universidad del Rosario hace oda de tres egresados que dejaron un legado ilustre por su paso académico y su aporte la Rama Judicial del paìs.
Dr. José Eduardo Gnecco Correa (1923-1985)
Jose Eduardo Gnecco. Foto: Ámbito Jurídico
Magistrado de la Corte Suprema de Justicia (1977-1985) inmolado en el Palacio, es un símbolo de la sabiduría y la integridad de la justicia. Su legado es recordado por su vasto conocimiento legal, plasmado en su influyente obra “Casación y revisión en materia penal".
El Dr. Gnecco Correa fue un jurista profundamente ligado a la academia, y su compromiso se extendió al Rosario, donde fungió como Catedrático. Su labor docente en el claustro contribuyó a forjar el carácter y la excelencia en el pensamiento jurídico de sus alumnos. Su sacrificio honra la defensa de la institucionalidad.
Dr. Fabio Calderón Botero (1934-1985)
Fabio Calderón Botero. Foto: Universidad del Externado
Magistrado de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia (1977-1985) fue una de las once víctimas mortales del holocausto. Su vida fue un ejemplo de compromiso con la justicia y el derecho, especialmente en el campo penal.
El Dr. Calderón Botero eligió al Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario para cursar su especialización en Técnicas de Casación. Su decisión de perfeccionarse en las aulas rosaristas lo vinculó de manera íntima con el rigor académico de la institución, demostrando su constante búsqueda de excelencia en el conocimiento jurídico que lo llevó a ocupar el más alto estrado judicial. La Universidad rinde tributo a su memoria y a su sacrificio por la independencia de la justicia.
El Colegial Profesor Emérito: Dr. Hernando Tapias Rocha (1934-2024)
Hernando Tapias Rocha. Foto: Editorial Reus
Magistrado de la Corte Suprema de Justicia (1978-1986) sobreviviente tras 72 horas de retención por parte del M-19. Personifica la resiliencia y la dedicación académica. Su trayectoria no solo abarcó la judicatura, sino también una profunda huella en la formación de generaciones de juristas, como docente.
El Dr. Tapias fue estudiante y colegial de número. Adicionalmente, su compromiso con la institución lo llevó a servir como Vicerrector tras ser distinguido con el título de Profesor Emérito y Honorario de la Facultad de Jurisprudencia. Su supervivencia y posterior trabajo académico fueron un faro de esperanza para la reconstrucción moral y legal del país.
Un Legado para la Democracia
Dr. Humberto Murcia Ballén (1930-2019)
Humberto Murcia Ballen. Foto: Banco de imágenes Universidad del Rosario.
Magistrado de la Corte Suprema de Justicia (1971-1985) también sobreviviente, tras fingir su muerte para mantenerse con vida, es un símbolo de la tenacidad y la permanencia de la justicia. Su legado es recordado por su sabiduría en el área del Derecho Civil y su papel en la judicatura.
El Dr. Murcia Ballén fue un distinguido egresado de la Universidad del Rosario y su compromiso con el claustro se extendió a la docencia, donde fungió como profesor de Derecho Civil, logrando una transformación en el pensamiento jurídico de futuros abogados. Su valentía al defender la justicia es un testimonio ineludible de la fortaleza rosarista ante la adversidad.
La Memoria: un compromiso institucional
Tras 40 años de esta herida histórica, la Universidad del Rosario reitera su compromiso con la conservación de la memoria histórica de estos hechos que continúan su lucha por justicia y verdad.
El sacrificio del Dr. Fabio Calderón Botero, junto con la resistencia y el legado de los doctores Hernando Tapias Rocha y Humberto Murcia Ballén, son un llamado permanente de la necesidad de fortalecer la democracia y defender la independencia judicial.
Los rosaristas continuarán promoviendo la investigación y el debate permanente sobre estos hechos, tal como lo hizo al publicar el "Informe final de la Comisión de la Verdad sobre los hechos del Palacio de Justicia", para asegurar que el sacrificio de estos héroes de la toga no sea en vano.
El Dr. José Eduardo Gnecco Correa, Magistrado de la Corte Suprema de Justicia (1977-1985) inmolado en el Palacio, es un símbolo de la sabiduría y la integridad de la justicia. Su legado es recordado por su vasto conocimiento legal, plasmado en su influyente obra Casación y revisión en materia penal.
Su Vínculo Rosarista: El Dr. Gnecco Correa fue un jurista profundamente ligado a la academia, y su compromiso se extendió al Rosario, donde fungió como Catedrático. Su labor docente en el claustro contribuyó a forjar el carácter y la excelencia en el pensamiento jurídico de futuros abogados. Su sacrificio honra la defensa de la institucionalidad.
¡La justicia Rosarista vive en su legado!