El evento marcó el inicio de las actividades nacionales del mes dedicado a las ciudades sostenibles, que culminará con la celebración global del World Cities Day, con Bogotá como sede internacional este año.
La vivienda como intersección de tres desafíos urbanos
El mensaje central de ONU-Hábitat durante Octubre Urbano apunta a que la vivienda digna y adecuada constituye el punto de convergencia de tres desafíos cruciales de la agenda global de las ciudades: pobreza, exclusión social y vulnerabilidad climática.
Como recordó la profesora Patricia Acosta, investigadora en políticas públicas de hábitat y moderadora del diálogo,
“Cuando ONU-Hábitat dirige la mirada de los tomadores de decisión del mundo hacia la vivienda digna y adecuada, declarando una crisis, señala un factor definitorio de las condiciones de vida de miles de millones de personas: la vivienda es el reflejo más tangible de la desigualdad y el termómetro del desarrollo urbano sostenible.”
Un debate desde la experiencia colombiana
El panel reunió voces con amplia trayectoria en la gestión del territorio, el urbanismo y la innovación social para analizar cómo se expresa la crisis habitacional en el país y qué alternativas pueden abrirse desde distintos sectores.
Los operadores urbanos públicos —RENOBO en Bogotá y la Empresa Metro de Medellín— representados por Carlos Felipe Reyes y Juan Manuel Patiño, aportaron la visión de entidades que integran infraestructura, vivienda y espacio público en proyectos urbanos de carácter integral. Ambas instituciones muestran cómo la acción pública puede combinar esquemas de negocio y apalancamiento financiero para producir vivienda bien localizada y mejorar los entornos residenciales mediante la infraestructura.
Desde el ámbito social, Nathalia Nieto, directora de Operaciones Territoriales de TECHO Colombia, ofreció una lectura sobre las transformaciones de los asentamientos populares ante la migración y la expansión periférica. Advirtió que muchos programas de vivienda básica pierden capacidad de arraigo comunitario, e insistió en reconocer los asentamientos como espacios de innovación social y organización colectiva, no como errores urbanos a erradicar.
Finalmente, María Mercedes Jaramillo, exsecretaria de Planeación de Bogotá, y Nicolás Galarza, exviceministro de Ordenamiento Ambiental del Territorio, abordaron el debate desde su amplia experiencia en política pública urbana y ambiental. Coincidieron en que la crisis de vivienda no es un problema de casas, sino de cómo se configuran las ciudades, lo cual hoy por hoy, requiere hacerse en perspectiva de desarrollo sostenible.
“Casa más casa configura ciudad —recordó Jaramillo—, y la sostenibilidad y resiliencia climática dependen de superar la fragmentación con que hemos venido atendiendo las dinámicas de desarrollo y crecimiento urbano.”
Galarza subrayó que enlazar políticas de vivienda, suelo, transporte y clima es esencial para enfrentar un modelo urbano que tiende a la segregación y la ineficiencia ambiental.
La academia como articuladora de la reflexión urbana
Con este panel, la Universidad del Rosario reafirma su compromiso con el debate público sobre las ciudades y el hábitat.
El programa de Gestión y Desarrollo Urbanos, pionero en el país por su enfoque en la gestión territorial, la sostenibilidad y las políticas urbanas integrales, busca conectar el conocimiento académico con los desafíos reales de las ciudades colombianas y latinoamericanas.
“Hablar de vivienda es hablar de suelo, transporte, comunidad, clima y ética del territorio”, concluyó la profesora Acosta, enfatizando que las soluciones habitacionales deben mirarse como palancas de transformación urbana y social, no solo como metas de construcción.
