
En 2017, el Instituto Rosarista de Acción Social – SERES creó la línea de formación para la inclusión, a partir de un principio fundamental: atender las necesidades reales de las comunidades con las que trabaja. Fue así como, con base en los aprendizajes del trabajo que ya venía desarrollando en el sistema penitenciario desde el eje de investigación social, surgió una propuesta pedagógica con enfoque diferencial, de género e interseccional, dirigida no solo a personas privadas de la libertad, sino también a pospenadas y funcionarios del INPEC.
Desde entonces, cada año se han desarrollado diplomados, cursos, seminarios y laboratorios que buscan transformar realidades, reconocer saberes comunitarios y aportar herramientas concretas para el ejercicio de la ciudadanía, la dignidad y el autocuidado.
“La mejor herramienta para defendernos es la educación”, afirmó una mujer privada de la libertad, participante de uno de los diplomados.
Formación con impacto nacional
Entre 2017 y 2024, las actividades formativas del Instituto SERES han llegado a Bogotá, Popayán, San Gil, Acacías, Cali, Medellín, Cúcuta, Jamundí, Ibagué y San Andrés. Se han abordado temáticas como participación ciudadana, derechos humanos, salud menstrual y herramientas para la vida laboral.
Cada proceso ha contado con la participación activa de la población beneficiaria, lo que ha permitido diseñar programas pertinentes, sensibles a los contextos y verdaderamente transformadores. El aporte de líderes y activistas de derechos humanos en los espacios pedagógicos también ha sido clave para reconocer sus saberes comunitarios como conocimientos legítimos frente a las problemáticas y sus posibles soluciones.
“Me voy con mucho aprendizaje de cada cosa que ustedes nos enseñaron. Nos ayudaron a crear un espacio de nosotros para nosotros… Gracias al equipo de la Universidad del Rosario por acordarse de nosotros. Estos espacios son muy importantes, pues hemos sido olvidados hasta por nuestra propia familia”, expresó uno de los participantes del Seminario laboratorio de arte y género para personas trans.
Con esta trayectoria, nuestra Universidad se ha consolidado como pionera en la educación en contextos de reclusión, llevando sus principios fundacionales a comunidades que han sido vulneradas sistemáticamente. Este trabajo reafirma su propósito de incidir en políticas públicas, reducir desigualdades estructurales y construir culturas de paz desde el conocimiento.